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Andalucía es una comunidad autónoma española, considerada nacionalidad histórica.

El hermoso territorio andaluz está compuesto por las provincias de:  Almería,CádizCórdobaGranadaHuelva, JaénMálaga y Sevilla. Su capital es Sevilla, ciudad reconocida por el Estatuto de Autonomía como sede de la Junta de Andalucía. La sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se encuentra en la ciudad de Granada.
Es la comunidad autónoma más poblada de España (8.285.692 habitantes en 2009) y la segunda más extensa, lo que explica su peso en el conjunto de España. Se encuentra situada al sur de la península ibérica; limitando al oeste con la República Portuguesa, al sur con el océano Atlántico, el mar Mediterráneo y el reclamado territorio británico de ultramar de Gibraltar, al norte con la región de ExtremaduraCastilla-La Mancha y al este con la Región de Murcia.
En 1981 se constituyó en comunidad autónoma, al amparo de lo dispuesto en el artículo segundo de la Constitución Española de 1978, que reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones españolas. El proceso de autonomía política se cursó a través del procedimiento restrictivo expresado en el artículo 151 de la Constitución, lo que hace de Andalucía la única comunidad española que accedió a la autonomía a través de dicho procedimiento. El preámbulo del Estatuto de Autonomía de Andalucía de 2007dice que la Constitución de 1978, en su art. 2, reconoce la "realidad nacional" de Andalucía. Posteriormente, en su articulado, habla de Andalucía como nacionalidad histórica. En el anterior estatuto de autonomía, el Estatuto de Autonomía de 1981 o Estatuto de Carmona, era definida en el art. 1 como "nacionalidad".
El marco geográfico es uno de los elementos que da singularidad y personalidad propia a Andalucía. Desde el punto de vista geográfico, podemos distinguir tres grandes áreas ambientales, conformadas por la interacción de los distintos factores físicos que inciden sobre el medio natural: Sierra Morena –que separa Andalucía de la Meseta–, los Sistemas Béticos y la Depresión Bética que individualizan la Alta Andalucía de la Baja Andalucía.
La historia de Andalucía es el resultado de un complejo proceso en el que se fusionan a lo largo del tiempo diferentes pueblos y culturas, así como diferentes realidades socioeconómicas y políticas. A pesar de la contemporaneidad de la formación del Estado Autonómico Andaluz, no se puede olvidar la impronta que han dejado por el actual territorio andaluz pueblos como el íbero, el celta, el fenicio, elcartaginés, el romano o el musulmán.
La realidad económica andaluza actual está marcada por la desventaja de Andalucía con respecto a los marcos globales español y europeo, básicamente por la tardía llegada de la revolución industrial, dificultada por la situación periférica que adoptó Andalucía en los circuitos económicos internacionales. Como consecuencia, queda el menor espacio relativo de la industria en la economía y el gran peso que aún posee la agricultura e hipertrofia del sector servicios.
La cultura andaluza es fruto del paso de diferentes pueblos y civilizaciones que, con el tiempo, han ido conformando una identidad culturalparticular. Estos pueblos, algunos muy diferentes entre sí, han ido dejando una impronta lentamente asentada entre los habitantes.
La historia de Andalucía es de una gran complejidad debido a su amplia dilatación en el tiempo. La posición geoestratégica de Andalucía en el extremo sur de Europa, entre ésta y África, entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, así como sus riquezas minerales y agrícolas y su gran extensión superficial de 87.268 km² (mayor que muchos de los países europeos), forman una conjunción de factores que hicieron de Andalucía un foco de atracción de otras civilizaciones ya desde el inicio de la Edad de los Metales.
De hecho, su situación geográfica como nexo entre África y Europa, hace que algunas teorías apunten a que los primeros homínidos europeos, previo paso del Estrecho de Gibraltar, se ubicaron en el territorio andaluz. Las primeras culturas desarrolladas en Andalucía (Los MillaresEl Argar y Tartessos), tuvieron un claro matiz orientalizante, debido a que pueblos del Mediterráneo oriental se asentaron en las costas andaluzas en busca de minerales y dejaron su influjo civilizador. El proceso de paso de la prehistoria a la historia, conocido comoprotohistoria, estuvo ligado a la influencia de estos pueblos, principalmente griegos y fenicios, amplio momento histórico en el que se fundóCádiz, la ciudad más antigua de Europa occidental, seguida en antigüedad por otra ciudad andaluza: Málaga.
Andalucía quedó incorporada plenamente a la civilización occidental con la conquista yromanización de la provincia Bética. Ésta tuvo gran importancia económica y política en el Imperio, al que aportó numerosos magistrados y senadores, además de las figuras sobresalientes de los emperadores Trajano y Adriano.
Las invasiones germánicas de vándalos y posteriormente de visigodos no hicieron desaparecer el papel cultural y político de la Bética y durante los siglos V y VI los terratenientes beticorromanos mantuvieron prácticamente una independencia con respecto a Toledo. En este período destacaron figuras como San Isidoro de Sevilla o San Hermenegildo.
En el 711 se produjo una importante ruptura cultural con la invasión musulmana de la Península Ibérica. El territorio andaluz fue el principal centro político de los distintos estados musulmanes de Al-Ándalus, siendo Córdoba la capital y uno de los principales centros culturales y económicos del mundo por aquel entonces. Este período de florecimiento culminó con el Califato Omeya de Córdoba, donde destacaron figuras como Abderramán III o Alhakén II. Ya en el siglo X se produjo un período de grave crisis que fue aprovechado por los reinos cristianos del norte peninsular para avanzar en sus conquistas y por los distintos imperios norteafricanos que se fueron sucediendo -Almorávides yAlmohades- que ejercieron su influencia en al-Ándalus y también establecieron sus centros de poder en la península en Granada y Sevilla, respectivamente. Entre estos periodos de centralización de poder, su produjo la fragmentación política del territorio peninsular, que quedó dividido en primeros, segundos y terceros reinos de taifas. Entre estos últimos, el Reino nazarí de Granada tuvo un papel histórico y emblemático fundamental.
La Corona de Castilla fue conquistando paulatinamente los territorios del sur peninsular. Fernando III personalizó la conquista de todo el valle del Guadalquivir en el siglo XIII. El territorio andaluz quedó dividido en una parte cristiana y otra musulmana hasta que en 1492 la conquista de la Península finalizó con la toma de Granada y la desaparición del reino homónimo.
En el siglo XVI, es cuando Andalucía explotó más su posición geográfica, ya que centralizó el comercio con el Nuevo Mundo, donde tuvo un papel fundamental en su descubrimiento y colonización. Sin embargo no existió un verdadero desarrollo económico de Andalucía debido a las numerosas empresas de la Corona en Europa. El desgaste social y económico se generalizó en el siglo XVII y culminó con la conjuración de la nobleza andaluza contra el gobierno del Conde-Duque de Olivares en 1641.
Las reformas borbónicas del siglo XVIII no remediaron que España en general y Andalucía en particular se fueran perdiendo peso político y económico en el contexto europeo y mundial. Asimismo la pérdida de las colonias españolas de Ultramar irán sacando a Andalucía de los circuitos económicos mercantilistas. Esta situación se agravó durante los siglos siguientes y Andalucía pasará de ser una de las regiones más ricas de España a una de las más pobres a finales del fallido proceso de industrialización en el siglo XIX.
Ya en el siglo XX, Andalucía va a dar un paso fundamental para la comprensión de la historia actual de la región, que es su configuración como Comunidad autónoma dentro de España. Andalucía afronta su futuro con el objetivo de salir de la situación de subdesarrollo comparativo con las regiones más ricas de la Unión Europea.
La tierra que hoy conocemos como Andalucía fue escenario de algunos mitos, que varias culturas de la cuenca mediterránea tuvieron en común a lo largo de la historia. Con la colonización fenicia se extendió el culto a Baal y Melkart, que perduró en época romana bajo el nombre de Hércules, fundador mítico de las ciudades de Cádiz y Sevilla, entre otras. Testimonio de la importancia que la adoración a Hércules tuvo en tierras andaluzas fue el célebre Templo de Hércules Gaditano, en el que estaban representados sus doce trabajos, el décimo de los cuales se sitúa tradicionalmente en la actual Andalucía. Se trata del robo de los bueyes de Gerión, personaje que suele considerarse uno de los reyes míticos deTartessos. Las columnas de Hércules, identificadas mayoritariamente con Calpe y con Abila se han considerado tradicionalmente un monumento o recuerdo de esta hazaña de Hércules. Asimismo la vía romana que unía Gades con Roma recibía el sobrenombre de Vía Heraclea, por suponerse que fue el camino de vuelta de Hércules tras el robo del rebaño de bueyes de Gerión. Actualmente el escudo de Andalucía muestra la figura de Hércules entre dos leones.
La principal característica de la religiosidad popular es su tradicional devoción a la Virgen María, que hace que Andalucía se conozca como «la tierra de María Santísima». Otro aspecto fundamental son las procesiones de Semana Santa en las que se reúnen miles de nazarenos y se cantan saetas, también son importantes las romerías, como la de la Virgen de la Cabeza y la Romería del Rocío. A San Juan de Ávila se le conoce como el Apóstol de Andalucía.